Hoy toca hablar de las tuercas. Parece una familia muy reducida pero no es así, existen infinidad de tuercas con distintas funciones y formas, pero nos centraremos en las básicas y más conocidas.

 

TUERCA

Sin más, porque pese a que hay muchísima variedad la que más se conoce es la hexagonal de toda la vida. La norma más habitual es la DIN 934 y tienen en una de las caras un numerito que nos dice qué tracción serán capaces de resistir. Si encontráis otro símbolo, corresponde a la marca del fabricante, cada uno tiene la suya.

AUTOBLOCANTE

Mal conocida como tuerca antiaflojamiento. La más popular es la DIN 985. Digamos que en su mayoría es como una tuerca DIN 934 con la peculiaridad que en su cara superior tiene incorporada una arandela de nylon. Pese a lo que se cree, estas tuercas no previenen el aflojamiento. Es cierto que son más efectivas ante este hecho que las tuercas habituales, pero su función, en realidad, es que no se pierda la tuerca si la unión atornillada se afloja.

 

TUERCA BAJA O CONTRATUERCA

Estas tuercas suelen dividirse prácticamente por igual entre la norma DIN 439 B y la DIN 936, donde se diferencian levemente en la altura, siendo ambas sensiblemente más bajas que las DIN 934. Estas tuercas tienen la función, únicamente, de actuar como contratuerca para que la unión no se afloje. Se suelen combinar con DIN 934, donde la DIN 934 hace el auténtico trabajo y la DIN 936 o 439B solo evita que esta se afloje.

 

PALOMETA

La DIN 315, existe la normal y la “TIPO AMERICANO” es la típica tuerca con orejetas que atornillamos y aflojamos con la mano. Como cabe esperar, a una tuerca que se apreta con los dedos no le podemos pedir demasiada responsabilidad, y su uso se limita a bloquear temporalmente elementos que deben ser periódicamente desmontados.

Ya solo nos queda la entrega de arandelas, quizá uno de los grupos más extensos y menos conocidos.